En la campaña nacional de cesantías se envió a Bogotá un listado de clientes. Dentro del listado resaltaba la empresa Terpel. La directora nacional de cesantías entusiasmada con la excelente oportunidad de atender una compañía tan importante llamó a la compañía para pedir una cita y asesorarlos en el tema.
La cita fue concertada y dada la importancia del cliente, se le pidió a la dirección regional acompañamiento. Buscaron la dirección y cuando llegaron al lugar, ¡Oh sorpresa! Terpel no era la famosa empresa distribuidora de combustibles, sino la compañía Terciopelos y Peluches.
Podemos imaginarnos la desilusión causada por falta de investigar, observar, y preguntar. Nadie se pregunto por qué se obtuvo tan fácil la cita, nadie verificó datos, nadie observó algo extraño, simplemente se preparó la visita con base en una suposición.
Entrenador: Luis Bernardo Vélez